Hola Caracolas hoy les traigo una anécdota de la universidad, pónganse cómod@s... esto viene con moraleja y todo.
Es bueno aclarar que tanto Caracolo como yo somos alérgicos nos pasamos la vida con coriza y yo estornudo unas 5 veces por minuto. Cuando vivíamos juntos en la beca universitaria Caracolo desarrolló una fórmula que lo destupía y lo aliviaba bastante era una mezcla de un frasquito de efedrina con otro que no recuerdo (la fórmula secreta buajajaja, na en serio, no me acuerdo) y la tenía simpre a mano en la taquilla con un gotero.
Una noche húmeda y llena de ácaros en una habitación polvorienta porque la pintura se desprendía como copitos de nieve pero sin la parte chula, estábamos durmiendo, bueno Caracolo nada más porque yo me despertaba por la picazón en la nariz y la garganta.
En una de esas veces medio dormida y estornudando me levanto de madrugada a buscar el frasquito. No me gusta mucho echarme gotas por la nariz pero estaba desesperada...
Pues la parte cabrona curiosa de la anécdota es que Caracolo guardaba en un frasquito idéntico un poco de perfume, el cual se encontraba escondido en el fondo de la taquilla detrás de mucha ropa, etc.
¿Y ustedes cuál creen que yo cogí?
JOOODERRRMEARDELANARIZCARACOLODESPIERTAAAAA
Rompí el gotero de la emoción. Si eso. Me noqueó y por cansancio me dormí, luego me pasé el otro día entero moqueando con olor. Nota: ese perfume no me gusta. Y Caracolo en plan: pero si el de verdad estaba delante justo al lado del gotero.
Moraleja no se metan cosas por la nariz.