Quiero pensar y actuar como si me estuviese preparando todo el mes de enero para afrontar este año. Me he armado de algunas aplicaciones y he tratado de forjar algunos hábitos. He trabajado fuertemente en tener pensamientos positivos, en ser fuerte y en ser agradecida con lo que tengo sin llegar al conformismo.
Sin más preámbulos esta es mi lista de deseos #propósitos #deos-cruzaos del 2019
Romper un mal hábito.
¿No les ha pasado, que se miran en el espejo y ven un grano, o dos, o mil y sienten una necesidad impulsiva e irrefrenable de meterle mano? Hasta que sangre... Bueno pues este año quiero por lo menos que no sangre.
Aprender una nueva habilidad.
Estoy interesada en aprender yoga, hago lo que puedo, trato de imitar fotos de Instagram y a veces salgo con un músculo montado. Eso sí, me relaja bastante.
Hacer algo bueno por alguien que no puede agradecerme.
El año pasado, cuando estuve en el hospital me dediqué a ayudar a todo el que podía o estaba a mi alcance, dígase empujar una silla de ruedas, ayudar en el área de ejercicios, compartir comida, etc. Habían muchos pacientes sin acompañantes y el servicio de los técnicos no era muy bueno.
Visitar un lugar nuevo.
Por favor, 2019 llévame a conocer Cienfuegos, Holguín, algún rincón nuevo de La Habana o si no es mucho pedir, algo fuera del país. Tengo un caso de Fernweh: sentir nostalgia por un lugar en el que nunca has estado; ese deseo irrefrenable de conocer lugares nuevos, de no deshacer nunca tu bolsa de viaje y derrochar las migajas de tu cuenta corriente en otro vuelo a quién sabe dónde. Lo cual no me permite disfrutar como antes los videos de Alan por el mundo o de Viajeros 4.
Leer un libro difícil.
En el 2018 me leí 1984. Un día Caracolo estaba en un parque WIFI y yo, que esperaba por él entré a una librería y allí me lo encontré. Quería leer 1984 para entender las referencias que escuchaba del Gran Hermano. Ya veremos a finales de este año cuál fue el "difícil".
Tomar un riesgo importante. Vivir en un apto independiente.
Aquí resumo dos deseos que a lo mejor se cumplen a la vez (ya veremos) porque dejar el nido es tomar un riesgo importante. ¿A quién se le ocurre desear tomar riesgos? A mí, porque he aprendido a tomarlos como aprendizaje y como un empuje para salir de la zona de confort.
A continuación otros deseos que no necesitan explicación.
Ejem: estoy vaga para escribir.
Estabilidad financiera.
Ahorrar para la boda.
Divertirme. Ir al cine, teatro, feria del libro.
Visitar nuevos restaurantes. Probar una comida nueva.
Ejercitarme . Estar en forma. Cuidar mi piel.
Adoptar un perro.
Azulejear el patio.
Pintar el cuarto.
Reservar unos días en un hotel.
Trabajar en un buen proyecto que me guste.
Mejorar como ingeniera informática, crear un buen currículum.
Seguir aprendiendo alemán.
Salir más con las chicas. (Sí, con ustedes mismas)
¿Y ustedes caracolas? ¿Ya pensaron que quieren lograr este año?