Los pequeños placeres de la vida.

 Pero Caracola... y ese título ¿qué te has fumao?

Nada, nada. Es que hoy me he levantado muy positiva, tan positiva que creo que soy un protón. JA!

Esta mañana preparando el bolso para el trabajo, (porque cada vez que cambio de bolso dejo algo en el otro) he cogido el monedero de uno, las memorias flash de otro, los audífonos y así... me he encontrado dinero y una pedazo de tableta de chocolate (de ayer, que tampoco es un fósil, pero creí que ya no le quedaba).

Pues con eso me he alegrado la mañana, le he dado un beso a Caracolo que se queda durmiendo un poco más, lo arropo y le apago la luz. He tomado el elevador comiendo el chocolate, poniéndome el abrigo y poniendo música para el camino. Y de lo que va este post es que esa es una de las formas de ser felices: disfrutar de los pequeños placeres. 

Un dulce sabor en la boca, el viento frío en la cara (al fin winter is comming), la música de tu preferencia para empezar el día, llegas al trabajo y te tomas un café con tus compañeros de trabajo que también son amigos, sigues con tu música (un poco de rock&roll de los Rollings) y te dedicas a escribir una entrada para tu blog... que así a lo tonto, ya lleva un año.